Durante una presionante necesidad de sonar “espiritual” entre otras personas con conocimientos espirituales, he usado la palabra “propósito”, como al orar en voz alta: “Señor, ayúdanos a involucrarnos más con tus propósitos”. Pero, aquí últimamente, el Señor ha estado abordando mis pequeñas ideas de lo que creo que Él quiere decir, y lo que realmente quiere decir, dándome así claridad sobre cómo mi percepción de Él necesita un cambio de rumbo. A veces, es solo un cambio de rumbo en pequeñas cantidades, y otras veces requiere que cambie mi peso por completo.
Romanos 8:28, “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” Eso es de acuerdo con la voluntad de Dios, que incluye Sus preferencias y estándares. Y SÍ, podemos conocer Su voluntad. De hecho, hay varios lugares donde las Escrituras dicen: “y esta es la voluntad de Dios…”
¿A qué se refería Pablo allí en Romanos 8:28 cuando usa la frase “los llamados” y tambien usa la palabra “propósito”? Desde la perspectiva de Dios, ¿qué quiere decir?
Aquellos que reconocen a Jesús como Señor y Salvador son “los llamados”. Mateo 22:14 dice que muchos son llamados, pero hay una diferencia entre “muchos” que son llamados, como los que han recibido una invitación y los que son etiquetados como “los llamados”. Muchos son llamados, pero pocos son designados y nombrados. Ser creyentes nos hace no solo cristianos, sino también en el sentido de alguien que está en un cargo, invitado y designado. Pienso en ello como… el día que acepté a Cristo fue el día del nombre, como el momento en que Adán nombró a todos los animales. Fue un día de nombramiento, el día en que fueron designados. Aceptar el llamado de Dios también es ser nombrado, y significa que anteponemos otro propósito que no sea el nuestro. La misma palabra “propósito” significa literalmente poner algo delante de nuestro corazón y ojos, como el pan de la proposición fue puesto delante del tabernáculo. Prótesis es la palabra griega para nuestro “propósito”, y se deriva de la raíz griega con la que obtenemos nuestra palabra para “tesis”, y una tesis es un enunciado propuesto como premisa a mantener o probar. Creo que a menudo pienso en el propósito como algo resuelto, pero en este caso la palabra no solo viene como algo resuelto, sino que requiere la adición de un verbo de acción. Por lo tanto, no solo se extrae un propósito de las preferencias y normas de Dios, sino que es la conclusión de un asunto para que tomemos acción para cumplirlo. ¿Escuchaste eso? Una “conclusión y resolución de un dilema sobre el que tomamos medidas”.
Somos “los llamados” porque tenemos un nuevo propósito después de haber recibido la invitación de Dios para unirnos a Él en Sus obras, ocupando con gusto nuestro lugar en el Reino. Somos nombrados y designados por Dios y tenemos Sus preferencias y normas frente a nosotros para cumplirlas con toda nuestra respiración, pensamiento, todo nuestro sentimiento y fuerza. Todo, no solo el 10% como diezmo mínimo, sino todo. Esperamos nuestro momento, pacientemente, con plena expectativa, confiando y sabiendo que el Señor hará todo lo que Él diga. La palabra “esperar” en el versículo 25 es una palabra “ahora” como una declaración de hecho. Ahora, ahora, ahora, ahora y nunca se convierten en entonces hasta el fin de todas las cosas, que concluyen exclusivamente a Sus pies. Todos mis días están delante del Señor, y todos mis días concluirán a Sus pies, sin importar si me gusta o no.
Viendo cómo somos nosotros los nombrados y designados por Dios, los llamados, que tenemos Sus preferencias y normas frente a nosotros para gobernar todo lo que pensamos y hacemos, Sus propósitos, y viendo cómo sabemos que todas las cosas concluyen a Sus pies sin importar cómo cortemos el pastel… sabiendo estas cosas, ¿cómo caminaremos nuestros días, sabiendo que cada momento y cada fracción de segundo de nuestras vidas descansarán ante el gran Rey del Cielo? ¿Podemos realmente, verdaderamente, seguir ignorando el llamado de Dios? Oh, claro, la mayoría de nosotros hemos respondido, pero ¿qué pasa con el resto de la llamada que es un llamado a la acción? ¿Qué haremos con el resto de Su llamamiento? El hecho de que nos olvidemos de recordar al Señor, y el hecho de que lo ignoremos hasta que ya no escuchemos a Dios llamándonos, no significa que Su llamado haya cesado. Qué arrogante de mi parte pensar que solo porque “yo” no puedo oír a Dios debe significar que Él no está hablando, o simplemente porque “yo” no creo debe significar que ya no es verdad. Dios no dejó de invitarnos, somos nosotros los que simplemente no podemos escuchar y no respondemos. Es como la gente que dice que Dios ya no habla. ¡Ja! Esa es una tontería narcisista y arrogante.
Esto es lo que vamos a hacer. Debido a que el Espíritu intercede, permaneceremos en nuestro lugar designado al llamado de Dios e intercederemos. En el verso 27, las palabras “hacer intercesión” es un verbo “ahora”, y significa ahora, ahora, ahora, ahora, no deja de ser “ahora”. Es una palabra que no es episódica o solo un evento, es una acción con un movimiento intermitente. Debido a que Dios escucha el más leve grito de ayuda, no solo escucharemos, sino que responderemos. Debido a que el Señor abre Su boca y hace justicia y defiende la moralidad correcta, nosotros permaneceremos en nuestro lugar designado, sosteniendo Sus preferencias y normas como el gobernador de todo lo que respiramos y hacemos, y abriremos nuestras bocas para la justicia, defendiendo obstinadamente la moralidad correcta. Estaremos con Él, orgullosos de nuestra herencia comprada con sangre. Como el llamado de Dios, ¡MANTENTE FIRME! Y después de que has estado parado y soportado todo lo que puedes soportar, mantente firme y resiste.
¿Qué te parece?
Gracias por escuchar, soy Social Porter para el Ministerio Viviendo En Su Nombre.
Traducción por Alfredo Magni Sozzi..