Siempre, Cada y Nunca

Siempre, Cada y Nunca

Translation by Afredo Magni Sozzi

“Siempre” y “Nunca” son, lo que yo llamo, palabras definitivas. Hay muy pocas cosas en esta vida que vivimos que son “siempre” y “nunca”, pero sin embargo, en la Biblia se usan las palabras definitivas, y creo que el Señor quiere que estemos involucrados con Su intención y propósito definitivos, por lo tanto Él usa las últimas palabras para que definitivamente confiemos en Él y definitivamente le creamos. Definitivamente – al máximo.

“Siempre” – en todo momento; “Nunca” – en ningún momento. Otra palabra fundamental es “Cada”, que significa todos los individuos y partes sin excepción. ¿Nos tomamos en serio estas palabras? Decimos que sí, leemos las Escrituras y estamos de acuerdo con entusiasmo, pero a menudo lo vivimos de manera diferente. Me pregunto cuántas veces digo que Dios siempre me respalda, pero cuando las cosas se ponen difíciles, ¿con qué frecuencia me vuelvo hacia atrás y me pregunto dónde está el Señor en mi vida? Cuando utilizo las palabras “siempre”, “cada” y “nunca”, es posible que no me refiera al máximo de ellas, pero, cuando Dios usa esas palabras, Él quiere decir lo que Él dice no solo hasta el extremo del universo, Él lo quiere decir más allá del infinito, más allá de donde el tiempo termina, más allá del entendimiento, sin siquiera una pequeña sombra de oportunidad El hará otra cosa que todo lo que ha prometido.

En Mateo 28:20 Jesús dijo “estaré con vosotros siempre”, significando, para los creyentes, que El siempre está con nosotros y no hay ningún tiempo en el que El no este. En 2 Corintios 2:14, Pablo dice que “Dios siempre nos lleva en triunfo en Cristo”. Siempre. En todo momento, y no hay un tiempo en Cristo, que DIOS no nos lleve a triunfo en Cristo. 1 Corintios 13:8. “El amor nunca falla”, en ningún momento el Amor siguiera falla. Nunca. Hebreos 13:5 “Nunca te dejare, ni te desampararé”. Hmmm… “Nunca te dejaré”, y “Siempre estaré contigo”. Siempre y Nunca. Palabras Definitivas. ¿Deberíamos tomar en serio a Dios?¿Por supuesto, pero lo hacemos?

Yo creo que muchos de nosotros tenemos una Percepción de Desconexión. Últimamente le he estado pidiendo a Dios que yo de algún modo pase más tiempo con El, y que quiero hablarle más de seguido de lo que le hablo, porque me he dado cuenta que no hablo con El tanto como pienso que lo hago. Tengo como una visión de una larga línea derecha, y en ella hay señales de cuan a menudo hablo con el Señor. Para mi disolución, hay largas secciones planas donde no hay nada en esa línea.  Así que con precisión me he dado cuenta de cuanto hablo con Dios y, en el sumario de cosas, estoy un poco insatisfecho con cuan poco lo hago actualmente. Adicionalmente, mientras me doy cuenta de cuan poco hablo con Dios, también me he dado cuenta cuan agradecido estoy que Jesús incesantemente intercede por nosotros, Romanos 8:34. Él siempre se está comunicando conmigo aun cuando no me comunico conscientemente con El.

A menudo tenemos oportunidad de interactuar con Dios, pero muchas veces tendemos a sentarnos y mirar. ¿Por qué? ¿Porque tan a menudo nos sentamos y miramos, sin hablar, sin pensar…solo mirando en vez de hablar con el Señor, o adorarlo? Y en esos momentos, muchos de nosotros, mas a menudo que nunca, percibimos una desconexión de Dios cuando parece que nada está pasando…ningún evento, ninguna conversación, ningún email. Cuando estamos conscientes de que nada está pasando en nuestra mente o corazón, tenemos una percepción de desconexión y eso no es verdad. De repente, decidimos que Dios no debe estar ahí.

Nosotros no estamos desconectados. De acuerdo con la obra terminada de la cruz, para los que creemos en Cristo, siempre estamos conectados, nunca desconectados. Cristo lo dijo con sus palabras definitivas de “siempre contigo” y “nunca te desampararé”

¿Cómo es que Dios usa palabras definitivas como “siempre” y “nunca” en referencia a su relación con nosotros, pero lo escuchamos selectivamente? Leemos las Escrituras, damos un gran amén, pero luego queremos ser selectivos acerca de cuánto es “cada pensamiento” que debe ser llevado cautivo, y con qué frecuencia es “siempre”, o qué tan pocas veces es “nunca”. Medir, como qué tan mal es demasiado incorrecto y qué tan correcto es lo suficientemente correcto. Cuando el Señor dijo “lleva cautivo todo pensamiento”, no solo se refería a los malos, sino también a los buenos, pero decidimos ser selectivos y volver a decidir la palabra del Señor de “cada pensamiento” para que sea “más o menos pensamientos seleccionados “. Dios dijo “siempre estoy contigo”, pero sin embargo percibimos una desconexión, volviendo a decidir la frecuencia con la que es “siempre”. El Señor dijo: “Nunca te dejaré”, pero sin embargo, volvemos a decidir Sus palabras, midiendo cuán rara vez es nunca, como si una vez de cada 1000 fuera lo suficientemente cerca como para llamarla “nunca”. Creo que Dios quiso decir exactamente lo que dijo cuándo usa las palabras “Siempre”, “Nunca” y “Todos”.

Dijo esas últimas palabras porque las decía en serio. No se aproximó, no dijo “en su mayor parte”, o “muy raramente”. Él no dijo “lleva cautivos la mayoría de los pensamientos” … eso no es lo que Dios dijo. Una vez más, quiso decir lo que dijo.

Estamos conectados con Dios a través de la sangre del Hijo, ya sea que lo percibamos, lo sintamos o no. Por fe, mi conexión con Dios es tan consistente como el Hijo, y Jesús nunca falla. Nunca. Jesús está con nosotros y nunca nos dejará ni nos abandonará hasta los confines de la tierra, y podemos contar con eso con nuestras vidas. Dios espera que le creamos, siempre.

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